Ciudad de México, 16 de junio (SinEmbargo).– Satao, uno de los elefantes más grandes del mundo que habitaba en el parque nacional de Tsavo, Kenia y que era conocido como “El Rey de los elefantes”, murió después de que cazadores ilegales lo envenenaran con flechas.
El cuerpo del paquidermo fue encontrado con dos orificios enormes en el lugar donde estaban sus colmillos que eran lo suficientemente grandes como para alcanzar el suelo y que pesaban 45 kilogramos. Satao, de casi 50 años, era uno de los animales más queridos de la reserva por lo mismo y por lo longevo.
Según las autoridades de Kenia, se tuvieron que emplear diferentes métodos para asegurarse que se trataba de Satao, pues su rostro presentaba múltiples marcas de mutilación que desfiguraron su rostro. Por lo mismo, los encargados del parque se tardaron en confirmar por lo menos durante dos semanas que se trataba del elefante.
Durante toda su vida, el animal aguantó numerosas sequías, amenazas animales y varios intentos de caza, que finalmente acabaron con él a finales de mayo, según informó el servicio de la vida silvestre de Kenia.
Satao era famoso en el parque entre gente que trabaja ahí y por los visitantes pues aseguraban que era bastante inteligente, ya que cuando divisaba a cazadores, el animal lograba esconder entre los arbustos sus colmillos.
El elefante apenas se recuperaba de dos heridas supurantes en sus costados que también fueron causadas por flechas envenedadas en marzo y que provenían también de cazadores.
Un grupo dedicado a la protección de animales llamado Fondo Tsavo expresó a través de su cuenta de Facebook que “la noticia de la muerte de Satao significa un día triste para Kenia. Son noticias devastadoras para los elefantes y para quienes cuidan de ellos. No hicimos lo suficiente para salvarle y estamos fallando a su especie”.
En lo que va del año se han registrado los asesinatos de más de 90 elefantes en ese país.
